zombies digitales

¿Restringir el uso de los dispositivos electrónicos a nuestros hijos?

La tecnología permite un contacto constante entre familiares, amigos y compañeros de trabajo, mantenernos informados de una forma inmediata, así como compartir cualquier información o fotografía en cuestión de segundos. Básicamente, nos hace la vida mucho más fácil y cómoda.

Recogemos algunas de las razones que ha destacado Genial.guru para limitar el tiempo que los pequeños invierten con la tecnología:

Generan adicción

Con tan sólo un botón se puede acceder a un cibermundo lleno de información, datos y contenido que satisfacen nuestras necesidades sin ningún tipo de esfuerzo. Los menores pueden acostumbrarse con gran facilidad a obtener lo que desean de una forma inmediata. Ésto puede provocar que no controlen sus impulsos y quieran tener, en todo momento, un smartphone o una tableta en las manos para jugar o toquetear.

Two pupils leaning on a pile of books while reading on touchpad

Según el doctor Garry Small,  director del Centro de la longevidad en el Instituto neurológico de California, “las tecnologías atraen las personas porque en el mundo virtual siempre puedes probar algo nuevo. Es muy difícil renunciar a su uso porque no hay límite para satisfacer tus deseos”.

Afectan al sueño

Usar dispositivos móviles durante la tarde afecta negativamente a la calidad del sueño de los adolescentes, ya que muchos de ellos prefieren estar jugando o navegando por Internet en lugar de echarse en la cama leyendo un libro o ir a dormir. Haciendo ésto, se altera el período de descanso del sistema nervioso (21h a 01h).

Reducen la socialización

“Las tecnologías son capaces de hacer el proceso de comunicación más fácil pero cuando tenemos acceso ilimitado a este tipo de comunicación, empezamos a olvidarnos de los encuentros en vivo”, las palabras de la psicóloga infantil Kate Roberts describen muy bien lo que está sucediendo actualmente no sólo con los niños y los adolescentes, sino con las personas en general. Nos comunicamos más pero hablamos menos.

La comunicación offline es el camino para expresar y entender las emociones del ser humano. Los niños deben mantener un contacto directo, sin intermediarios, con sus padres, familiares, amigos o profesores. De este modo aprenden a socializarse.

Provocan inseguridad e intranquilidad

En Internet se puede consultar cualquier tipo de información y en pocas ocasiones existe la restricción. Según la personalidad de los niños y los adolescentes, estar presente en las redes sociales puede resultar perjudicial porque los comentarios que se publican no tienen filtros, se puede leer cualquier cosa y puede afectar a la autoestima de los menores.

Si tienes hijos menores de edad, lo más recomendable es que limites el tiempo que invierten con los dispositivos electrónicos. Como siempre, toda historia tiene dos caras. La tecnología ha permitido adquirir un mayor conocimiento y agilidad mental, pero también puede afectar al desarrollo de los pequeños si hacen un uso indebido y poco moderado.